Además de las desveladas, una de las
cosas que más temen los papás cuando está por nacer su hijo es el tener que
cambiar pañales. Y sí, al principio se cambian tantos pañales que al segundo o
tercer día uno siente que ya domina la técnica. Aun así, hay un par de consejos
que pueden ser útiles.
Estoy segura de que ningún papá se ha
salvado de esto: estás cambiando al bebé y cuando quitas el pañal
sucio -como por Ley de Murphy- en ese preciso instante, hace de las suyas… Así que uno
aprende que a veces es posible evitar que se ensucien si se recoge la ropa por
arriba de la cintura. Pero para ser sincera, no siempre se logra. Además, hay que tener listo el otro pañal y hacer lo que
yo llamo “el paso de la muerte”, es decir, quitar el sucio e inmediatamente
colocar el limpio. No he de mentirles, se necesita mucha habilidad y práctica,
hay veces que un solo segundo basta para que el bebé nos gane y termine mojado
hasta la nuca. En una ocasión tuve que cambiar a mi hija tres veces seguidas.
Sí, tal como lo leen…
Ah, y cuidado si tu bebé tiene tos o
gripa, porque un “estornudo explosivo” mientras lo estás cambiando puede darte una desagradable sorpresa.
Finalmente, ahora que mi beba tiene ya 7
meses me doy cuenta de que realmente uno no sabe lo que es cambiar pañales
hasta que empiezan a comer papillas, más si son de carne…
Disculpen la escatología, pero estoy
segura que esto puede ser de utilidad a alguien, o al menos hacerlos soltar una
risita.