jueves, 6 de febrero de 2025

Preadolescencia

Este enero cumplí 11 años de ser mamá. Es curioso que siempre felicitamos al cumpleañero, pero pocas veces somos conscientes de que los papás también están cumpliendo años de entrar en esta aventura de la paternidad. Sólo una mamá de un compañero de mi hija me felicitó a mí, además de a mi retoño: ¡felicidades por 11 años de ser mamá! Y yo pensé: ¡Claro!, sólo una mamá felicitaría a otra por tremenda hazaña. Sabemos lo que nos ha costado y todo lo que implica. 

Pero la maternidad es como el juego de Jumanji: cuando crees que ya superaste una prueba, viene otra más ruda. Ahora la aventura pasa a un nuevo nivel: la pre-adolescencia. Sí, ya estamos experimentando los cambios de humor, la rebeldía, los “ojitos de huevo cocido”, el cuestionamiento a todo… Pero no todo es malo, esos comportamientos desconcertantes vienen con respuestas sensatas y maduras, con reconocimientos, con tomas de conciencia, con palabras de aliento. Y es imposible no acordarme de mí misma en esos años. ¿Cuánto ha cambiado? ¿Qué veo de mí en mi hija? ¿Qué (por fortuna) no veo? Y entonces, pienso también en cómo habrá sido mi mamá a esa edad. Imagino su contexto, sus pensamientos, sus expectativas, sus sueños… Me dan ganas de abrazar a mi versión pequeña y a la de mi mamá también, como en la película de RED. ¿Cuántas generaciones vamos sanando al sanarnos a nosotras mismas?  

Hoy mi hija me cuenta cosas que yo no le habría contado a mi mamá, desde cosas muy superficiales como que le gusta un personaje de un videojuego hasta miedos que me dejan sorprendida. Pero entonces la veo y me recuerdo a mí misma cómo era yo y pienso: si ya tiene la capacidad de hacerlo consciente y nombrarlo, vamos avanzando. 

Claro que no todo es miel sobre hojuelas y a veces me salen los gritos, los reclamos y los regaños de mamá rebasada. Pero otras me sorprendo a mí misma respirando profundamente y dejando pasar rezongos o actitudes porque entiendo que estamos aprendiendo a relacionarnos en esta nueva etapa. Amárrense los cinturones, porque esto apenas empieza. 

(Crédito de la imagen: @judycarrionr)



2 comentarios:

  1. Me encanta tu narrativa, andamos en el camino!! Continuemos trabajado y reforzando el vínculo del apego seguro.

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