miércoles, 21 de febrero de 2024

Fracasitos

Empiezo a escribir la idea de un cuento. Una frase que se me ocurrió ayer, 14 de febrero. Debe ser algo de mi personalidad porque soy una especie de grinch del día del amor y la amistad. No me molesta que los demás festejen (bueno, ahora no, hubo una época en que sí me chocaba ver a todos con sus globos y sus peluches caminando tan felices por la calle); pero sí me pongo como “a la defensiva”. Supongo que es un mecanismo de defensa para tratar de combatir lo empalagoso del día, así que me pongo en un “mood” amargoso. Entonces estaba escuchando mi lista de canciones de Sabina, un cínico en temas del amor. Así que una de sus canciones me detonó la idea para un cuento. Hoy me senté a escribirlo y no avancé más de un párrafo. De pronto me acordé de otra idea que me surgió ayer y abrí otro documento para plasmarla. Igual que antes, avancé solo un párrafo. Y aquí me tienen ahora, escribiendo sobre mi proceso de escritura. 

Pero antes déjenme contarles que todo esto empezó ayer. Tenía toda la mañana destinada a escribir. Qué importa que la lavadora se descompuso y tengo que llevar la ropa a la lavandería. Qué importa que comamos atún. Hoy me dispongo a escribir. Y cuando estaba ya abriendo el documento, me manda aviso la computadora de que tengo que actualizar el sistema operativo. Y bueno… que cierro todo y la pongo a actualizarse. De pronto me acordé de un video que me enseñó mi hija, de un canal de YouTube que se llama “Fracasitos”. El personaje se sienta a trabajar en su escritorio. Y dice que primero va a hacerse un café, limpiar su escritorio, y ya de paso limpiar el resto de la casa, pintarla, lavar los trastes, bañar al gato y casi casi a negociar la paz en medio oriente; todo antes de ponerse a trabajar. Y cuando por fin se dispone a hacerlo, ya es súper tarde. Mi hija me dijo: sí podrías ser tú. Y yo: ¿qué? ¿Me has estado espiando? ¿Me conoces o me hablas al tanteo? 

Así que ayer, cuando empecé con la actualización, me acordé de “Fracasitos”. Y dicho y hecho. La computadora indicó que tardaría 30 minutos en actualizar, entonces decidí meterme a bañar. Para cuando salí y terminé de arreglarme ya era hora de preparar la comida. Así que hice de comer, fui a recoger a mi hija menor, comimos, vimos un capítulo de una serie y cuando me disponía a, ahora sí, sentarme a trabajar, el Word me indicó que tenía que cerrar para actualizar todos los programas. “Fracasitos, fracasitos…”, sonaba la cortinilla en mi cabeza. 

Cuando acabó, ya era hora de ir por mi otra hija. Así que fui por ella. Le conté de regreso todo lo que había pasado y se moría de risa. Y aunque intenté sentarme a trabajar toda la tarde, había tantas cosas que ellas querían platicarme que me resigné a cerrar la computadora y escucharlas. Tal vez de esto salga una historia después…

Aquí el video de Fracasitos, por si no lo conocen: 
https://youtu.be/aao9DwwOeeY?si=XBHxMVbi497sNZxe

No hay comentarios:

Publicar un comentario